miércoles, 16 de junio de 2010

Familia, comunidad y misión

Carta a todas las familias

Estimados hermanos y hermanas de la parroquia Jesús Divino Maestro de Huacho, en los primeros meses de este año, el Consejo Pastoral Parroquial ha renovado la voluntad de acompañar a las familias cristianas como eje principal de toda nuestra acción pastoral, que se va desarrollando a través de varias iniciativas.

A la vez, en la última sesión de Consejo, se estipuló retomar y profundizar los frutos que nos dejó la Gran Misión Jubilar con la constitución y el acompañamiento de Comunidades Cristianas de Base. En varias casas se volverá a convocar pequeños grupos de cristianos para compartir la Palabra de Dios, renovar el compromiso de caridad y hacer más cercano a todos la presencia de Nuestro Señor.

La hermana Luigia Bonatti será la nueva coordinadora de esta acción misionera en los diferentes barrios, por eso se invitan a las personas que quieran liderar pequeños grupos con sus vecinos para recibir la formación correspondiente.

Una parroquia grande como la nuestra no se puede centralizar solo en celebraciones de culto, sino de esta forma, se proyecta a una presencia discreta pero real en todos los medios.

Nuevos horarios de Misas
Por mi parte he podido apreciar el éxito de la iniciativa de celebrar todos los domingos a las 9:00 a.m. la santa misa en la nueva iglesia de Manzanares, ya que buena cantidad de pueblo se congrega semanalmente en el nuevo templo.
Pero se hace difícil celebrar en Manzanares a las 9:00 y de frente a las 10:00 en Divino Maestro. A la vez esta cercanía de horarios impide poder compartir con las personas en los momentos antes y después de la Santa Misa.
Por esta razón, a partir del mes de Julio, la Santa Misa dominical en Jesús Divino Maestro se postergará de media hora y empezará a las 10:30 a.m. (sin cambiar el horario de la noche que queda a las 7:00 p.m.)


Algo personal
En estos días estoy visitando a mi madre en Italia, pero pronto estaré presente nuevamente en mi querida comunidad parroquial que extraño realmente y que recuerdo a diario, encomendándola a nuestro Padre Dios.


Un abrazo fraternal,

Padre Ambrogio Cortesi