Cuando Cristo, después de la Pascua, estaba subiendo al cielo, bajó sus ojos hacia la tierra y la veía toda obscuras menos unas pequeñísimas luces en la ciudad de Jerusalén.
E medio de su ascensión, Jesús se topó con el ángel Gabriel, el ángel de la misión y del anuncio. Y el ángel Gabriel le preguntó: "Señor, que son estas pequeñas luces?". Jesús contestó: "Son los apóstoles reunidos alrededor de mi madre. Mira, este es mi plan: apenas llegado al cielo, les enviaré al Espíritu Santo y estos pequeños fuegos se transformarán en una grande fogata que inflamará de amor a la tierra entera".
El ángel Gabriel objetó: "Pero, Señor, qué hará si su plan fracasa?".
Después de unos momentos de silencio, el Señor Jesucristo contestó: "No tengo otros planes".