La fiesta de la cruz de los negritos del barrio de Manchurria tiene 108 años de antigüedad, motivo por el cual es muy interesante para conocer unas particularidades de la manera en que el pueblo realiza las fiestas religiosas.
Antes de entrar en los detalles, me interesa recordar que anoche en la víspera, justo nos tocó la lectura de Hechos en que la primigenia comunidad cristiana de Jerusalem constituye 7 diáconos para el servicio de las mesas, así que los apóstoles puedan dedicarse a la oración y al servicio de la palabra.
De la misma manera las fiestas patronales prevén una serie de cargos en orden a la organización de la misma, que no recae en las funciones del párroco, el cual entra a presidir nada más los actos de culto y oración.
En el barrio de la Manchurria encontramos una organización particular que comprende además de la "comisión de fiesta", unas "encargadas de capilla" y, en este año 6 "PRIOSTES".
No habiendo escuchado anteriormente esta palabra pregunté y la gente me explicó que son los encargados de las comidas.
Ahistán los modernos "diáconos" que se hacen cargo de repartir los alimentos a todos los hermanos para que otros agentes pastorales puedan llevar con mayor libertad y tranquilidad los actos netamente religiosos de la fiesta
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