La devoción al Señor Cautivo es una de las que más están creciendo en nuestra parroquia Jesús Divino Maestro y posiblemente en el Perú.
Desde varios años me ha emocionado y entusiasmado el largo peregrinar de los penitentes que caminan toda la costa del Perú hasta el pueblo de Ayabaca.
En nuestra parroquia se lleva desde más de 20 años la celebración de Jesús atado en el puerto de Huacho y desde hace dos años también en la Iglesia de Amay, en la cual tomé esta foto.
Me ha impresionado favorablemente en las dos misas la gran cantidad de gente que sabe convocar el Señor Cautivo hasta en un día laboral.
Su posición hierática tiene algo de magnético y su mirada triste nos invita a convertirnos de nuestros pecados, como se canta en su himno:
"Piedad, Señor piedad... si grande es nuestra culpa, mayor es tu bondad"
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