sábado, 8 de octubre de 2011

San Pablo y Khalil Gibran para el matrimonio de Yulesa y David


Hoy, 8 de octubre de 2011 se realiza el matrimonio de Yulesa y David.
Una larga amistad y colaboración me vincula con Yulesa, que es una de las fundadora y actual gerente de Tejesol.
Habiendo los novios elegido la lectura del 1Cor 13, el himno del amor de Pablo, quisiera comentar estas palabras con la expresión poética de Khalil Gibran en su inolvidable libro "El Profeta".




Entonces dijo Almitra: Háblanos del Amor,
Y él alzó la cabeza y miró a la multitud, y un silenció cayó sobre todos, y con fuerte voz
dijo él:

Cuando el amor les llame, síganlo,
aunque sus caminos sean duros y escarpados.
Y cuando sus alas les envuelvan, cedan a él,
aunque la espada oculta en su plumaje pueda herirlos.
Y cuando les hable, crean en él,
aunque su voz pueda desbaratar sus sueños como
el viento del norte asola sus jardines.
Porque así como el amor les corona, debe crucificarles.
Así como les agranda, también les poda.
Así como se eleva hasta sus copas y acaricia sus más frágiles ramas que tiemblan al sol, 
también penetrará hasta sus raíces y las sacudirá de su arraigo a la tierra.
Como gavillas de trigo, se les lleva.
Les apalea para desnudarles.
Les trilla para librarles de su paja.
Les muele hasta dejarles blancos.
Les amasa hasta que sean ágiles,
y luego les entrega a su fuego sagrado, y les transforma
en pan sagrado para el festín de Dios.
Todas estas cosas hará el amor por ustedes para que
puedan conocer los secretos de su corazón, y con
este conocimiento se conviertan en un fragmento del corazón de la Vida.

Pero si en su temor sólo buscan la paz del amor y el placer del amor,
Entonces más vale que cubran su desnudez y salgan de la la era del amor,
Para que entren en el mundo sin estaciones, donde reirán , 
pero no todas sus risas, y llorarán, pero no todas sus lágrimas.

El amor sólo da de sí y nada recibe sino de sí mismo.
El amor no posee, y no quiere ser poseído.
Porque al amor le basta con el amor.

Cuando amen no deben decir "Dios está en mi corazón",
sino más bien "estoy en el corazón de Dios".
Y no piensen que pueden dirigir el curso del amor,
porque el amor, si les halla dignos, dirigirá él sus corazones.
El amor no tiene más deseo que el de alcanzar su plenitud.
Pero si aman y han de tener deseos, que sean estos:
De diluirse en el amor y ser como un arroyo que canta su melodía a la noche.
De conocer el dolor de sentir demasiada ternura.
De ser herido por la comprensión que se tiene del amor.
De sangrar de buena gana y alegremente.
De despertarse al alba con un corazón alado y dar gracias por otra jornada de amor;
De descansar al mediodía y meditar sobre el éxtasis del amor;
De volver a casa al crepúsculo con gratitud,
Y luego dormirse con una plegaria en el corazón para 
el bien amado, y con un canto de alabanza en los labios.

4 puntos relevantes en este conjunto bellissimo:
"Y cuando les hable, crean en él" me recuerda 1Jn 4: "Hemos creído al amor".
"El amor no posee, y no quiere ser poseído".  1Cor 13,4ss "La caridad es paciente.." y todas las características que siguen.
"El amor no tiene más deseo que el de alcanzar su plenitud". La opción del matrimonio expresa libremente este deseo de plenitud. La plenitud del amor está en Cristo y en su entrega.
El amor "Les entrega a su fuego sagrado, y les transforma en pan sagrado para el festín de Dios". 
Annalena Tonelli: La eucaristía incluye un mensaje revolucionario: "Este es mi cuerpo hecho pan, para que tu también te hagas pan en la mesa de los hombres, porque si tu no te haces pan, no comes un pan que te salva, más bien comes tu condena".



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